miércoles, 29 de agosto de 2012

Tensa espera


Veintinueve de agosto, y el país en vilo. Calor africano, un Barça-Madrid en ciernes, pero lo peor está por venir. Nadie lo dice pero se palpa la tensión en el ambiente. O soy yo, que estoy muy susceptible a estas cosas del miedo colectivo.

El día uno de setiembre comienza para España el principio del fin, que dicen algunos, o un día más. El primer día de setiembre se pone en marcha la nueva subida del Impuesto de Impuestos, el IVA. Todo más caro, bastante más, y el número de desempleados, jornales bajos o falta de ingresos aumentando. Y es solo la primera de una serie de restricciones y cambios que nos tienen acongojados.   Es para temer, a esa y otras imposiciones gubernamentales. El pueblo, indignado, pero callando en lo particular. Y, ya digo, a lo mejor son solo impresiones mías, pero cuanto más se acerca setiembre y se pierden los últimos resplandores  del plácido tiempo vacacional, más tensión parece amuermar el ambiente. Y se notan las caras de poker.

Esta mañana hice ruta de Bancos, buscando uno más seguro que el “intervenido” al que pertenezco… ¡Ingenua de mí! Pero lo peor ha sido comprobar cómo mi insensatez, presentándome voluntaria para abrir una nueva cuenta en su entidad, era casi rechazada abiertamente en una sucursal tras otra. Como lo cuento: era decir que quería abrir una cuenta, normalita, de las de ingresar para pagar, y que el empleado de turno intentara desmoralizarme diciendo que me iba a salir muy caro por sus particulares comisiones, que tardaban en hacer efectivos ciertos cheques, que ya me informarían más adelante…¡Palabra que quería ingresar dinero, no hacer el timo del tocomocho!

Me ha dado la impresión de que ninguno precisaba clientes nuevos, o no los deseaban, o le estaban haciendo la “pirula” a sus empresas fastidiándoles la adquisición de nuevas víctimas.., digo, clientes, en esos casos yo….Incluso he pensado en una extraña huelga de celo, por parte de tan desidiosos empleados; un “no venga aquí, que está la cosa muy mal y le va a perjudicar”….Aunque también en un silenciado “para lo que me queda en el convento, me cago dentro”, que significa que los bancos españoles están al caer y, total, para qué permitir la apertura de nuevas cuentas…No sé, será un misterio, pero tanta renuencia me parece sospechosa…¡Antes,  te perseguían en pos de una nómina, un ingreso fijo, un largo plazo!

A lo mejor, o a lo peor, es solo que tengo cara de pobre. Ya veremos qué pasa.

0 comentarios:

Publicar un comentario